La lactancia materna es fácil: los bebés nacen con el reflejo de buscar el pecho de su madre, sin embargo, muchas madres necesitan ayuda para colocar a su bebé y engancharlo correctamente. Por está razón, las mamás necesitan espacio y apoyo en el hogar y en el trabajo.
Es normal que amamantar duela: es normal que, durante los primeros días después del nacimiento, muchas madres experimenten molestias, ya que están aprendiendo a dar de mamar. No obstante, es importante buscar un asesor de lactancia para poder ayudar a superar el problema de mal agarre y pezones adoloridos.
La madre debe lavarse los pezones antes de dar el pecho: no es necesario lavarse los pezones antes de amamantar, ya que los pezones producen una sustancia que el bebé huele, aunado a que tiene "bacterias buenas" que ayudan a desarrollar el sistema inmune del bebé.
Hay que separar al recién nacido de la madre para que ella pueda descansar: los médicos, las enfermeras y las parteras a menudo fomentan la práctica del "piel con piel" o “método canguro”.
El método canguro consiste en tomar al bebé y ponérselo muy cerca, sin ropa de por medio, para promover que encuentre y se pegue al pecho. Se recomienda que se lleve a cabo durante la primera hora de vida para establecer la lactancia materna. En caso de que la madre no pueda poner al bebé muy cerca, entonces la pareja u otro miembro de la familia ayuda para facilitar que el bebé busque el pecho.
La madre sólo debe tomar alimentos frescos mientras amamanta: como cualquier persona, las madres deben tener una dieta equilibrada.
En general, no hay que cambiar los hábitos alimenticios, ya que los bebés están expuestos a las preferencias alimentarias de sus madres desde que están en el útero. En caso de que una madre perciba que su bebé tiene una intolerancia o una alergia alimentaria, lo mejor es consultar a un especialista.
Hacer ejercicio afecta al sabor de la leche materna: no hay evidencias de que este afecte al sabor de su leche, al contrario, el ejercicio es saludable también para las madres.
Muchas madres no producen suficiente leche: casi todas las madres producen la cantidad correcta de leche para sus bebés.
La producción de leche materna depende de la frecuencia de succión, mientras más succione el bebé, más leche se producirá.
La madre no debe amamantar si está enferma: esto dependerá del tipo de enfermedad, no obstante, regularmente las madres pueden seguir dando el pecho. Deben asegurarse de obtener el tratamiento adecuado (medicamentos que no interfieran con la lactancia), y descansar, comer y mantenerse hidratadas.
La madre no puede tomar ningún medicamento si está dando el pecho: es importante que el médico conozca que la madre está amamantando y leer las instrucciones de cualquier fármaco que se adquiera sin receta o dar opciones para que no se interfiera con la lactancia.