3.6 Anfetaminas y metanfetaminas
En su origen, las anfetaminas tenían un fin terapéutico para tratar entidades como el trastorno
por déficit de atención, depresión y narcolepsia. Por sus propiedades altamente adictivas se fue incrementando su consumo
y posteriormente se inició la elaboración de análogos de las anfetaminas con fines no médicos.
En 2016, la Dirección General Prevención y Tratamiento de Menores (DGPTM) realizó en coordinación con
la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) una encuesta nacional de consumo, uso y abuso de
sustancias psicoactivas en los Centros de Internamiento Especializado para Adolescentes, de la cual
se obtuvieron los siguientes resultados:
De los cuales el 98% confirmó haber consumido sustancias psicoactivas previo a su ingreso al centro de tratamiento.
40% de estos cometieron el delito bajo los efectos de alguna sustancias psicoactivas.
El 1.5% de los jóvenes internados consumieron anfetaminas previo a realizar al acto delictivo.
Las edades de inicio de consumo de dicha sustancia fueron en la adolescencia y de forma más frecuente en
hombres.
Los adolescentes y jóvenes que son más susceptibles al consumo de drogas son aquellos que se encuentran
en situación de calle, que se encuentran en encarcelamiento, los que sufrieron abuso sexual, sin empleo,
trabajadores sexuales, jóvenes que acuden con regularidad a centros nocturnos y homosexuales.