Algunos ejemplos de cómo las empresas pueden participar en la comunidad es que éstas pueden decidir prestar su apoyo y aportar recursos para:
Brindar servicios de atención primaria de salud
Instituir políticas de igualdad de género
Organizar actividades de alfabetización
Aportar liderazgo
sobre salud y seguridad
Realizar controles voluntarios de contaminantes
Reducir al mínimo la huella de CO2
Acceso a los medicamentos
antirretrovíricos
Trabajar con las y los
planificadores de
la comunidad
Subsidiar el
transporte público