Aunque no siempre es fácil conciliar la lactancia materna con las exigencias laborales, el apoyo de las empresas y de su personal pueden traer como resultado la retención del talento de una colaboradora exitosa y una mayor productividad laboral.
Basta con permitir que las mujeres, en periodo de lactancia, tomen sus descansos para que puedan amamantar o extraerse leche, implementar una sala de lactancia dentro del centro de trabajo, para que pueda llevar a cabo la extracción y respetar los horarios flexibles.
Con este tipo de medidas todos salen ganando, ya que la madre estará más motivada, el bebé estará bien alimentado y sano, y la empresa contará con una imagen responsable y comprometida con sus empleados.