En México, según datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016-20174, se estima que anualmente mueren 43 mil personas por enfermedades atribuibles al tabaquismo, representando el 8.4% del total de muertes en el país. Estas cifras impactan a su vez, en los datos de incapacidades permanentes en el país.
Las intervenciones de prescripción social potencialmente brindan herramientas al personal médico para responder ante las necesidades de los pacientes con un enfoque holístico, lo cual podría resultar en una reducción de la demanda de atención por ciertos padecimientos a la consulta de primer nivel de atención, reducir el aislamiento social y favorecer el pronto retorno laboral.
Los principales beneficios evaluados de la prescripción social se han descrito como: