Efectos a largo plazo
El consumo a largo plazo de opioides ocasiona que, como un mecanismo reactivo del cuerpo,
disminuyan los “receptores de opioides”, lo que explica el síndrome de abstinencia, ya que cuando no se está bajo los efectos de la sustancias psicoactivas, el cuerpo tiene menos efecto supresor de
estos receptores, causándoles síntomas de hiperactividad en el sistema nervioso central, las personas usuarias
están:
Aumenta la frecuencia de la respiración, sudoración, espasmos abdominales
En las etapas más graves del síndrome de supresión ocurren:
Aumento de la frecuencia del corazón, de la presión, fiebre y escalofríos
Ojos con midriasis
Temblores musculares
Náusea, vómito y diarrea
Inquietos, ansiosos, con un deseo irresistible de consumir opioides
Como se puede notar, en el síndrome de supresión ocurren los efectos contrarios a los que ocurren en la
intoxicación aguda.
Estos síntomas
pueden aparecer a partir de las 4 horas después de la última dosis, con un máximo entre las 48 y las
72 horas y durar hasta una semana.